Tu almacén de repuestos está lleno de piezas que llevan años sin moverse, pero no puedes deshacerte de ellas “por las dudas”. El capital inmovilizado crece, los costos de almacenamiento también, y cada vez que necesitas algo crítico, no está disponible. Es el dilema clásico: ¿cómo equilibrar disponibilidad con eficiencia?
Conversamos con Pedro Cousseau, especialista en gestión de activos industriales con 27 años de experiencia, sobre cómo transformar el almacén de repuestos de un “mal necesario” en un pilar estratégico.
En esta edición:
• Repuestos críticos, reglas diferentes
• Prevenir antes que corregir
• El costo oculto del exceso

Pedro Cousseau
Consultor e Instructor especializado en Gestión de Mantenimiento y Dirección de Proyectos y fundador de la consultora Optimux
Pedro posee más de 27 años de experiencia en el sector industrial, es Director General de Optymux, una consultora que ofrece soluciones integrales para mejorar la productividad, la eficiencia y la rentabilidad de las empresas. Su especialidad es la gestión de mantenimiento y procesos industriales, áreas en las que ha implementado métodos y herramientas de clase mundial, adaptados a las necesidades y objetivos de cada cliente. Además, es conferencista internacional y creador de formaciones online y presenciales, en las que comparte sus conocimientos y habilidades con miles de profesionales de diferentes países.

“Los repuestos técnicos no son inventario común”, explica Cousseau. “Se caracterizan por criticidad alta, tiempos de entrega largos y bajo consumo. Aplicarles las mismas reglas que a materias primas es un error costoso.” Su recomendación: usar técnicas específicas de gestión para evitar sobrestocks o paradas por falta de disponibilidad. “Un repuesto en estantería no es solo un objeto: es capital inmovilizado que debe gestionarse con inteligencia.”

“Corregir desviaciones de inventario es mucho más caro que evitarlas”, asegura. “El mejor inventario es el que nunca se desvía.” La clave está en la disciplina: auditorías cíclicas, codificación clara y procesos robustos de ingreso y egreso. “He visto almacenes que invierten en software sofisticado pero no tienen cultura de cumplimiento. La tecnología sin disciplina es dinero tirado.”

"¿Tener todo “por las dudas” o reducir al mínimo para ahorrar capital? “La regla de oro: almacenar solo lo crítico con lead time largo y gestionar bajo demanda lo demás”, recomienda Cousseau. Cada decisión debe responder una pregunta clave: “¿Este repuesto realmente debe estar en el almacén?” Sin coordinación entre mantenimiento, compras, finanzas y operaciones, cada área decide según intereses propios, generando sobrecostos en momentos críticos.
Nota del entrevistador: Cada planta industrial tiene su ‘cementerio de repuestos’: pasillos llenos de piezas que nadie se atreve a dar de baja. El problema no es técnico, es cultural. Las empresas exitosas han aprendido a tomar decisiones difíciles sobre qué conservar y qué descartar.
Para resumir
La gestión de repuestos exitosa no se improvisa: requiere procesos robustos, cultura de cumplimiento y coordinación interdepartamental. Un almacén de clase mundial se construye con disciplina, no solo con tecnología.
Como dice Cousseau: “Un almacén de repuestos bien gestionado se convierte en un motor de confiabilidad y eficiencia.“
